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Historial amoroso: la huella digital que deja el amor

Al bajón infinito de haber terminado una relación hay que sumarle un pequeño detalle; nada, una tontería sin importancia: tienes un móvil, un portátil y medio internet plagado de recuerdos con la persona que acabas de dejar. Desde conversaciones eternas a las fotos de la última Navidad o la playlist que hicisteis para vuestro road trip rumbo Portugal. ¿Cómo lidiar con estos cadáveres emocionales y qué hacer con ellos? Amigas y amigos: el historial amoroso is a thing y más nos vale aprender a gestionarlo si no queremos morir enterrados en la nostalgia tecnológica de las relaciones pasadas.

¿Qué es el historial amoroso y cómo gestionarlo?

Yo romperé tus fotos, yo quemaré tus cartas

Y eso era suficiente para no verte más (o al menos así ocurría en los 2000). 24 años después de esta canción, los temazos de las verbenas de pueblo no han cambiado nada (¡olé!), pero la forma de inmortalizar el amor es completamente otra. Hemos cambiado las cartas y las fotos analógicas por un enorme historial de recuerdos digitales construidos a base de píxeles y chats interminables. A esta amalgama de recuerdos que campan felices por Internet se la conoce como historial del amor, y se convierte en mil dardos que van directos a tu corazón. Ante semejante drama, ¿qué hacer con tooooodas estas imágenes y alusiones constantes?

De fotos cotidianas a reliquias de museo

Podrías eliminar todas las fotos en un arranque de cólera, pero sabes que más tarde te arrepentirías. Al fin y al cabo, es parte de tu vida y eliminarlas solo supondrá perder un trocito de ti. Qué injusto, ¿no? Entendemos la urgencia de querer quitártelas de en medio cuanto antes, por lo que si no te sientes con fuerzas para limpiar y catalogar las fotos en carpetas, simplemente muévelas del móvil al disco duro o a la nube. A menos que se trate de un recuerdo tóxico que te haga viajar a lugares oscuros, resístete al Ctrl+Alt+Suprimir y date un tiempo para decidir qué hacer con ellas. Lo ideal es que las almacenes en algún espacio que no pida pan y que soporte bien el paso del tiempo. Si algún día quieres regresar a ellas, solo tendrás que recuperar ese álbum y pasearte por tu propio museo virtual.

No elimines los chats: archívalos

Sabemos que durante las primeras semanas es fácil dejarse llevar por la espiral de nostalgia que empuja a releer conversaciones o, aún más delicado, a volver a hablar con el ex. ¿A quién no le ha pasado? Si crees que existe la tentación, no te conformes con archivar y pasa al siguiente nivel de autocuidado: descargar el historial y guardar el chat lejos de tu móvil. Igual que con las fotos, se trata de conservar pero sin el dolor de tener que soportar el día a día de su presencia. Además, recuerda que en las apps de citas como adopte tienes la oportunidad de guardar el chat en el que os conocisteis simplemente descargando tus datos personales. Más fácil imposible.

La incomodidad de las redes sociales

Si la gente publicara sus fotos in love sabiendo lo difícil que sería soportarlas durante la ruptura, nunca las subiría. La euforia del amor no entiende de este tipo de previsiones y por eso ahora te ves aguantando la carita de tu ex en más de la mitad de tu muro. Desde luego, las redes sociales son el aspecto más complicado del historial amoroso, porque si erradicar a esa persona de tu vida virtual es violento, mantenerla puede serlo aún más. Ante esta situación, para gustos los colores: puedes optar por desactivar temporalmente tu perfil hasta hacer limpio emocional, archivar todas las imágenes, publicar como una loca para que el recuerdo quede lo más enterrado posible… Aunque lo más sano y amistoso suele ser un punto intermedio: archivar las fotos de pareja pero conservar aquellas grupales en las que aparecéis los dos, incluso si es en actitud cariñosa.

Una playlist en voto de silencio

Te concedemos una semana para hacerte el harakiri una y otra vez con la playlist que teníais en común. Una semana, no más, es lo que te recomendamos para que llores a moco tendido mientras te preguntas por qué tuvisteis que poner en primerísimo lugar vuestra canción favorita. Hay temas que, por mucho que pasen los años, siempre te van a recordar a él. Esto es así, entendido, pero la clave está en conseguir que la emoción no te paralice ni te impida avanzar, por eso es importante mover la lista al final de la cola para que vuelvas a ella solo cuando te sientas recuperada. Lo creas o no, algún día te preguntarás: ¿Y yo era incapaz de llegar al estribillo sin ahogarme en mis propias lágrimas?

A veces, solo a veces, una chica moderna como tú se sorprende gritando tras una ruptura: ¡Quién fuera boomer para guardar todas las fotos en una caja del altillo y no tener un móvil repleto de recuerdos! Pero aunque creas que eso solo te pasa a ti, la verdad es que del drama del historial amoroso no se salva nadie. Desde ahora, guarda esta breve guía para recuperar tu espacio online y tener herramientas suficientes para gestionar tus rupturas cuando el recuerdo digital te abrume.

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