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Vuelve Mamá Casquet... y los orgasmos expandidos

¿No tienes la sensación de que la sociedad está obsesionada con los orgasmos? Cada vez queremos llegar antes y exigimos que sean más potentes. Aparatos tecnológicos que aseguran conseguirlo en un minuto. Todo tipo de cachivaches para nuestro clítoris y vagina. Incluso follamos con personas y lo único que nos importa es el consumo de ese cuerpo. Esto es el fast-food del sexo, amigas.

Es curioso porque el placer parece hegemónico y se reduce al orgasmo. Estamos más pendientes del final antes que del viaje. Ya no disfrutamos de esos paisajes y del recorrido. No. Queremos llegar al destino y lo queremos YA. 

El sexo va más allá. Los orgasmos son descargas eléctricas (placenteras, sí) y una liberación de la tensión muscular a través de las contracciones. Dicho así parece aburrido, ¿verdad?

Con esto no quiero decir que los orgasmos sean malos, ¡en absoluto! Soy la primera que los tiene, my friend. Pero existe un mundo a tu alcance que puede proporcionarte mucho más placer y conexión (contigo y con el universo). Y eso son los orgasmos expandidos.

¿Qué son los orgasmos expandidos?

Este tipo de orgasmos propagan la bioelectricidad por nuestro cuerpo. Eso significa sentir el orgasmo en los genitales y elevarlo a nivel corporal para que puedas percibir el clímax durante minutos. En mi caso, una vez genero la descarga eléctrica a nivel genital, noto cómo sube hasta mi ‘tercer ojo’ o entrecejo, y experimento varios orgasmos pero esta vez, ¡por mi cuerpo y mi cabeza!

A través del tantra se ha estudiado y trabajado los orgasmos expandidos desde hace siglos. Algo que también han investigado algunos científicos y psicólogos. Reich ya lo exponía en su libro La función del orgasmo, publicado en 1927. Pero no fue hasta 1995 que el término fue acuñado por Patricia Taylor, quien comenzó a usarlo después de investigar experiencias sexuales intensas con 44 parejas de diversos orígenes. Aquellas personas ingresaron en estados alterados de conciencia, lo que los hizo sentir una fuerte liberación y rejuvenecimiento emocional, experiencias espirituales profundas, una conciencia que a menudo pasa desapercibida durante los orgasmos ordinarios, y la percepción de la bioenergía que se expande mucho más allá de los límites del cuerpo mismo.

¿Cómo podemos conseguirlo?

Lamento decirte que para lograr esto se necesita entrenamiento y paciencia. La liberación sexual y espiritual es fruto de un trabajo sensorial que puedes realizar sola o acompañada por una persona especializada (cosa que te aconsejo, puesto que conseguirás tu objetivo antes).

Sentirte libre, desinhibirte, asistir a alguna Ecstatic Dance o bailar desnuda en tu casa mientras tocas tu cuerpo; son algunos ejercicios que te pueden acercar a la práctica tántrica. No podemos olvidarnos de la respiración catártica o ‘pranayama’. En el maravilloso mundo digital podrás encontrar varias meditaciones guiadas. 

Adentrarte en la filosofía tántrica es un viaje, no un destino. Poco a poco verás que vivirás experiencias alucinantes ¡que no pensaste que podrías lograr! A nivel personal te puedo asegurar que el tantra y la conciencia sensorial y corporal me ha cambiado mi vida sexual y personal. ¿Vamos a por ello?

Seal of approval by Mamá Casquet.

(Fotografía de Dani Riba.)

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