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¿Cuáles son los tipos de relaciones kármicas?

El tema de hoy es algo diferente, y es que este 2020 ha sacado un lado espiritual e introspectivo de todos nosotros. Vamos, que a nuestro lado La Hierbas de AQNHQV se queda en pañales. Si has llegado hasta aquí (ya sea porque has caído en este post sin querer o porque sencillamente te aburres como una ostra esperando el bus), es posible que sea la primera vez que oyes eso de “relaciones kármicas”.

Seguro que sabes lo que es el karma y lo bueno (o traicionero) que puede llegar a ser. Pues lo mismo pasa con las relaciones. La vida nos planta en las mismísimas narices los tipos de relaciones que merecemos en función de nuestro karma o de la genética emocional. Espera, espera. WHAT? ¿Cómo que genética emocional? Como te lo estoy contando, gorrión.

Tal y como heredamos ciertos aspectos físicos, la astrología dicta que también heredamos una genética emocional de nuestros seres pasados (por ejemplo, ser más o menos celoso o cariñoso). Y aquí también entran los asuntos no resueltos de nuestros ancestros, que -hablando mal y pronto- no hicieron sus deberes y ahora nos toca a nosotros cumplir su misión inacabada.

Según los geeks de la astrología (sorry, not sorry), pasar por un tipo de relación u otra sirve de guía para saber en qué situación kármica nos encontramos: si necesitamos aprender algo o, en cambio, si lo que realmente necesitamos (y merecemos) es paz interior porque ya tenemos la lección aprendidísima. En las relaciones kármicas existen cuatro tipo de parejas con las que nos podemos encontrar a lo largo de nuestra vida: relación de almas afines, de almas kármicas, de almas dhármicas y de almas gemelas.

Así pues, que comience la clase de amor cósmico:

Relación de almas afines o compañeras

En este tipo de relación nos encontramos con una pareja con la que compartimos un montón de intereses y aficiones. Hay mucha afinidad y atracción, ¿alguna vez has conocido a alguien y desde el primer día es como si os conociérais de toda la vida? Ahí la tienes. Entre vosotros hay un buen rollo impresionante. Os entendéis tan tan bien que seríais la pareja de Trivial perfecta.

Pero bueno, parece la relación ideal, ¿dónde está la trampa? Sentimos deciros que, cuando nos encontramos en una relación de almas afines, por muy agusto que nos encontremos, el runrún sigue ahí. Sí, esa sensual vocecilla en tu interior que te dice “Aquí no es, sigue buscando el amor verdadero…”.

Relación de almas kármicas

Para que haya aprendizajes, en la vida siempre tendremos conflictos que gestionar y problemas que resolver. Pues este es el resumen de las relaciones kármicas. Son las parejas que nos ayudan a crecer, mejorar y nos dan una enseñanza muy valiosa. Y como a base de palos se aprende, en estas relaciones nos llevaremos más de una decepción y será una relación complicada en todos los sentidos. La atracción física e intelectual es brutal.

Pero, ¡ay! ¿Por qué tiene que ser todo tan complicado, con lo fácil que podría ser? Si crees que estás o has estado en una relación kármica, no te martirices, no saques lo peor, no pienses en cómo podría haber sido mejor. En vez de eso, reflexiona sobre lo que has aprendido o estás aprendiendo, intenta cerrar el círculo, termina el aprendizaje. Y cuando hayáis terminado de aprender el uno del otro, tenéis dos opciones: terminar la relación o transformaros en almas dhármicas.

Relación de almas dhármicas

Buah, esto es una maravilla. Este tipo de relación está basado en el crecimiento mutuo, tranquilo y estable. Aquí encontramos paz, estabilidad y apenas hay conflictos o peleas, porque cuando hemos llegado a una relación dhármica, hemos limpiado nuestro karma con otras relaciones. Cuando te encuentras con un alma dhármica, te puedes imaginar envejeciendo con esa persona y tomando limonada en el porche.

Según los gurús de las relaciones kármicas, en la vida hay que luchar por encontrar a esa alma dhármica que nos complemente y nos aporte serenidad y felicidad. En las relaciones dhármicas nos entendemos a la perfección con la otra persona, hemos pasado por experiencias similares y estamos en el mismo punto, el timing es perfecto. En una relación así, amar es un placer.

Relación de almas gemelas

Tu soul mate, tu media naranja, la persona a la que te une un hilo rojo… ¿de qué va todo esto? Se dice que con nuestras almas gemelas compartimos absolutamente TODO: afinidad, conexión, atracción y un gran amor verdadero capaz de provocar un terremoto. Entre dos almas gemelas que se encuentran, la energía fluye de manera natural, como si esa persona tuviera algo de ti y tú algo de ella.

Os sonarán relaciones de almas gemelas de pelis y libros como Los puentes de Madison, El amor en los tiempos del cólera o Romeo y Julieta. Todos dramones. Exacto. Cuando dos almas gemelas se encuentran, se produce una situación muy conflictiva. Es un amor muy desgarrador que puede verse afectado por grandes dificultades: vivir en países diferentes, una situación familiar que os impide culminar vuestro amor... Cuando conoces a tu alma gemela, se creará una conexión indestructible entre los dos.

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