Presumir de habilidades: la fina línea entre atraer y dar cringe

Cantar, hacer magia, imitar, bailar, tocar un instrumento, mostrar una habilidad hyper freak... Todos estos talentos tienen algo en común: según cómo y cuándo los presumas pueden funcionar como una carta ganadora o como la excusa definitiva para que tu cita agarre la puerta y salga corriendo de la escena más incómoda de su vida.

Of course que tus dotes pueden ayudarte a destacar, pero es muy importante (de verdad, lo es) que no lo hagan para mal. ¿Sabes hacer malabares con mandarinas? ¡Mola! Pero párate a pensar dos veces si la hora del postre de una primera cita es el lugar y el momento adecuado.

¿Cómo presumir de habilidades a tu favor?

- La humildad por bandera

Un “No soy profesional, pero me divierte mucho" es infinitamente más encantador que algo como "Déjame enseñarte, vas a flipar". ¿Quieres impresionar realmente a tu cita? Entonces apuesta por la elegancia y permite que sea ella quien se vaya interesando por lo que haces. Tú tírale el anzuelo… ¡y deja que pique! Si tu ligue ve que disfrutas de lo que haces sin buscar validación ajena, probablemente te perciba como alguien más maduro, apasionado e interesante.

Mostrar tus cartas poco a poco te hará más sexy y blablabla, pero (no menos importante) te protegerá de generar expectativas demasiado altas acerca de unas cualidades que quizás, y solo quizás, puedan acabar decepcionando a tu cita.

- TODO depende del momento

¿Sabes el refrán “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”? Bueno, pues en este caso no te lo apliques al dedillo, por favor. Recuerda que el talento es como un buen chiste: funciona solo si lo cuentas en el momento adecuado. ¿Y cómo detectar un momento ‘cagada’? Muy fácil: interrumpiendo una conversación fluida solo para empezar a hablar de lo que se te da bien, o, lo que es peor, marcarte una performance sin previo aviso y dejando a tu ligue con la sonrisa más incómoda que has visto en la vida.

- Valora la personalidad del otro y si está cómodo

Otro aspecto a tener en cuenta es el carácter de la persona que tienes delante. ¿Tira a tímida o es más bien extrovertida? Ten la picardía de observar su personalidad y valorar sus posibles reacciones o, de lo contrario, la vergüenza ajena está servida.

Ahora bien, pongamos que se dan las condiciones óptimas para que puedas desplegar una pequeña muestra de tu talento: ¿Notas que tu cita está disfrutando? ¿Se anima a pedir más, aplaude y te hace preguntas? ¿O no ha movido ni un pelo ante tus gorgoritos?

El poder de usar bien tus cualidades

¡Porque no todo iba a ser malo! Tener un don es maravilloso y, si aprendes a leer las señales y a usar la situación a tu favor, tendrás a plena disposición una herramienta valiosísima para conectar con la gente que más te gusta. Tus habilidades indican que tienes pasiones e intereses, pero es que además te hacen más humano y, sobre todo, único.

Entonces, ¿podemos presumir de nuestras frikadas y cualidades particulares? ¡Sí, claro! Pero úsalas siempre como un detalle que complemente la conversación, en lugar de convertirlo en el eje central del encuentro. Repite con nosotros: UNA CITA NO ES UN TALENT SHOW. Así que la próxima vez que quieras sacar tus habilidades ocultas, recuerda: menos es más, pero bien hecho, es todo.

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