Cómo interpretar el lenguaje corporal en una cita
Todos nuestros movimientos, gestos y posturas hablan de nosotros, de cómo somos y de nuestras intenciones. A menudo podemos controlar nuestras palabras (y digo a menudo porque hay peña que parece que va sin filtro por la vida), pero nuestra expresión corporal delata lo que no decimos con el lenguaje verbal.
Inconscientemente nuestro lenguaje corporal está continuamente expresando cómo nos sentimos, llegando a revelar nuestros sentimientos más íntimos. En el amor, el lenguaje no verbal tiene un gran protagonismo. ¿Sabías que la mayor parte de la información en una cita se transmite mediante el lenguaje corporal?
Algunas primeras citas nos dejan llenos de dudas. Al principio es un misterio total si ciertos gestos indican que la otra persona está interesada. ¿Qué ha sido ese cruce de piernas? ¿Se mueve tanto en la silla porque está incómodx, o porque está nerviosx? Hay ciertas señales que, según expertos, nos ayudan a interpretar el interés de la otra persona en una primera cita.
1. ¿Hacia dónde va la mirada?
Ya lo decía Tony Montana: “The eyes, chico. They never lie”. Una mirada intensa entre dos personas revela una conexión profunda, tal y como las pelis y canciones de amor ñoñas nos han enseñado. Pero antes de que Hollywood nos diera lecciones de amor, nuestro instinto primitivo ya estaba trabajando. Las miradas nos acercan a otras personas y se puede llegar a crear un vínculo incluso antes de empezar a hablar.
Seguro que has oído hablar del famoso estudio de Arthur Aron y las 36 preguntas para enamorarse. El profesor Aron hizo un experimento para crear intimidad entre desconocidos, que tenían que responder una serie de preguntas muy personales. Al final del cuestionario, los sujetos debían mirarse fijamente durante cuatro minutos. ¿El resultado? Una de las parejas contrajo matrimonio seis meses después.
2. Hace tanto que sueño su boca...
En la boca se forman un montón de microexpresiones que duran menos de 2 segundos y exponen los verdaderos sentimientos y emociones de la otra persona. Hay veces que puede ser complicado distinguir una sonrisa verdadera de una falsa, pero sabrás que la sonrisa es falsa si no aparecen arrugas en los ojos (no sonríe con los ojos) o la cara parece asimétrica. Cuando la sonrisa es sincera, aparecen arrugas en las comisuras y en los ojos.
También el gesto de morderse el labio inferior puede decirnos mucho. Si es un mordisco suave, significa atracción, sensualidad y que esa persona se siente la mar de bien en nuestra compañía. Si el mordisco es fuerte, lo notarás: hay algo que está molestando a nuestra cita y quizá es mejor que cambiemos de tema (o de acompañante).
3. La postura y el movimiento
Si tu cita se inclina continuamente hacia ti, significa que le interesas tanto que está poniendo sus cinco sentidos en lo que estás diciendo: ¡buena señal, el lenguaje corporal del crush está expresando que le atraes! Si por el contrario, tu interlocutor se echa hacia atrás, su cuerpo puede estar diciendo que se aburre o no le interesa ni lo más mínimo lo que estás diciendo. Pero, ¡ojo! También puede significar timidez o falta de seguridad en sí mismo.
Cuando nuestro acompañante mueve una parte del cuerpo repetidamente (como una pierna loca que parece que tiene vida propia), significa que está ansioso por algo a lo que no para de darle vueltas. Mala señal, porque no está poniendo su atención en la cita.
Si la postura es asimétrica y relajada, sus caderas están orientadas hacia ti y adopta una postura similar a la tuya, significa que ese alguien está mostrando interés y tu compañía le hace sentir bien. Asimismo, buscará la forma de estar lo más cerca posible de ti para que no se le escape nada (guiño, guiño).
4. ¿Qué hace con las manos?
A no ser que tu acompañante sea un mago y se pase toda la velada haciéndote truquitos (por tu bien, sal corriendo si pasa esto), es bastante sencillo interpretar los gestos que hace con sus manos. Si tiene continuamente las manos en los bolsillos o reposando su nuca sobre ellas, esto puede significar incomodidad.
Si junta las palmas de las manos sin intención de bendecir la mesa, está indicando que no quiere abrirse (está poniendo un obstáculo entre los dos). ¿Y qué pasa si pone las manos en las caderas con los brazos en jarra? Pues algo malo está ocurriendo: esta postura indica impaciencia o, en el peor de los casos, un cabreo monumental.
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