Eco-dumping: cuando lo ecológico afecta al amor
¿Saldrías con alguien que no se preocupa por el medioambiente? Mira bien lo que dices porque muchos lo tienen cada día más claro: la empatía ecológica es oficialmente un tema tan importante como la conciencia feminista o la afinidad política. Tal cual lo lees: detalles como la forma de viajar o el tipo de moda que consumes ya son criterios tan decisivos a la hora de ligar como saber escribir sin faltas de ortografía. Y es que ya no sabemos si asusta más encontrarse de frente con un “haiga” o descubrir que tu churri tira papeles, envases y cáscaras de plátano en el mismo cubo de basura. ¡Ay, por favorrrrrrrrrr!
Amor y ecología se funden por fin para salvar al mundo y a tus relaciones sentimentales del desastre apocalíptico. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo!
¿Qué es el eco-dumping?
Te lo contamos rápido y sin anestesia: eco-dumping es la decisión de romper con la pareja en base a una serie de discrepancias medioambientales. Dicho así suena un poco a coña, pero te aseguramos que no lo es en absoluto. Si bien las opiniones divergentes sobre el cambio climático parecen irrelevantes para un ligue de una noche, pueden convertirse en un tema clave dentro de cualquier relación formal. ¿Por qué? Hacer oídos sordos a la amenaza climática da mucha más información de la que creemos: habla de nuestros valores, de nuestra personalidad, de la capacidad de empatía y de la responsabilidad que demostramos a los nuestros y al entorno en el que vivimos. Visto así, tontería tontería no parece…
¿Qué acciones motivan el eco-dumping?
Dentro de las relaciones, las discrepancias medioambientales pueden surgir desde una simple opinión hasta la rutina que afecta al día a día en pareja. Te chivamos algunos de los aspectos eco friendly que últimamente están más en tendencia:
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1. Una dieta consciente
En este país nos tomamos muy en serio lo que nos llevamos al estómago, así que terminar hablando de comida es solo cuestión de tiempo. Dentro del movimiento verde, un tema que desata tensiones suele ser el amor por la comida rápida, el consumo excesivo de carnes rojas o el desperdicio de alimentos. La industria cárnica y de baja calidad es un tema recurrente sobre todo entre veganos y vegetarianos, un colectivo que cada día gana más adeptos precisamente por la posición ética que hay detrás de esta decisión. ¿Te convierte en una mala persona no formar parte del colectivo? En absoluto; lo importante es estar abierto a la escucha y al aprendizaje.
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2. ¿Consumo rápido? No, gracias
El gustazo de comprarte un capricho de vez en cuando no es incompatible con hacerlo de forma consciente. Además de gastar con cabeza en aquello que realmente necesitas y blablabla, puedes entregarte a la vorágine de las compras en tiendas, apps y mercadillos de segunda mano donde encontrarás auténticas joyas y, además, estarás reutilizando. No es qué haces, sino cómo lo haces. Demos las gracias a Hector Bellerín por enseñarnos que la ropa vintage puede quedar tan y tan sexy…
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3. Dime con qué te mueves y te diré cómo eres
¿Transporte público o privado? ¿En bici o a pie? ¿A favor o en contra de los patinetes eléctricos? Por lo que sea, la forma que tenemos de desplazarnos crea debate y retratamos nuestra personalidad a la hora de posicionarnos. ¿También te pasa? Los argumentos en términos de dinero, tiempo y calidad de vida dicen mucho de nuestra forma de ser y de vivir. Si estás ahí ahí que no sabes si lanzarte a la opción ecológica, no lo pienses más y pruébalo. Hacer el ejercicio de intentar cambiar de hábitos es una gran señal de flexibilidad y compromiso. Lo de “a mi no me verán pisar un metro” ve reflexionándolo un poco...
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4. Hablando la gente se entiende
A veces pasa que todo va como la seda hasta que uno de los dos suelta una pequeña opinión que desmonta por completo los esquemas vitales del otro. “Ah, ¿que no cierras el grifo cuando te lavas los dientes? Lo siento, acabas de romperme el corazón.” Red flag 1 - Nuevo ligue 0. Los desencuentros momentáneos van a ser constantes a la hora de conocer a alguien, pero rebajemos los niveles de ansiedad: recuerda que el eco-dumping se dará solo si tu postura es tajante y cerrada. Hablando se entiende la gente ¡y hasta se aprende! No seas cabezona y entrégate al amor por la puerta grande de la vida eco.
El auge de la preocupación por la crisis climática habla por sí sola: ser eco friendly no es una opción, es un posicionamiento necesario: lo saben las plantas, lo saben los animales y ahora también lo sabe tu ligue. Toda acción cuenta para valorar si la persona que estamos conociendo es de nuestro agrado o si su falta de compromiso medioambiental puede ser motivo de ruptura.
Repite conmigo: reciclar y ser una personita de bien ya no es un coñazo, ¡es un puntazo!
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